MAESTRA ESPECIALISTA: LAURA GRISELDA
ORTIZ IBARRA
CORREO
ELECTRÓNICO: lauraibarra89@gmail.com
Reciban un cordial saludo
alumnas, madres y padres de familia,
deseando que se encuentren bien, en la situación a la que nos enfrentamos.
En este espacio quiero
recomendarles algunas ideas que pueden llevar
a cabo en la cuarentena, así como diferentes apoyos por línea telefónica.
Recordemos que es importante
estar ocupados, ya que nuestra mente necesita estar en equilibrio y constante
activación, estar relajados y tranquilos, para adquirir nuevos conocimientos.
Les comparto los siguientes
apoyos:
LÍNEA DE LA
VIDA
ATENCIÓN PSICOLÓGICA
A DISTANCIA, UNAM
55
50 25 08 55
Lunes a viernes
9:00 a 18:00 h
Lunes a viernes
9:00 a 18:00 h
LOCATEL
CENTROS DE
INTEGRACIÓN JUVENIL
CUESTIONARIO
PARA LA DETECCIÓN DE RIESGOS A LA SALUD MENTAL:
Es importante que las
alumnas que se encuentran en la estadística de atención de UDEEI, me envíen un
mensaje al correo que escribí al inicio de este espacio para llevar el
seguimiento en las diferentes actividades por asignatura, para apoyarlas en lo
que necesiten, y así conocer el avance que llevan hasta el momento.
Agradezco su atención.
Anexo algunas
películas que pueden ver en YouTube
120 películas de diversas temáticas para disfrutar y
aprender durante estos días de autoconfinamiento en casa por el coronavirus.
¿CÓMO AYUDAR A NUESTROS HIJOS E HIJAS CON SUS EMOCIONES?
En estos días, que nuestra rutina se ha visto alterada totalmente por el Coronavirus, nuestros hijos o hijas pueden estar sintiendo muchas emociones que no siempre van a saber manejar y para
las cuales van a necesitar de nuestra ayuda.
El cierre de colegios, parques y el confinamiento en los hogares alteran sus rutinas y hábitos
normales y puede hacer que estén más nerviosos de lo normal. La información que les llega a través de los medios de comunicación u otras fuentes no siempre está adaptada a su edad, y podrían estar preocupados o desconcertados por ello. A ello se le suma que nosotros como padres, madres o tutores, también podemos tener más preocupaciones o sentirnos más inquietos, e irritables de lo habitual debido a esta situación de incertidumbre. Todo esto puede dificultar nuestra convivencia familiar.
Por esa razón, es muy importante saber ayudar a nuestros hijos e hijas a identificar sus emociones y a reconocerlas en otras personas. De esta manera, mantendremos un buen clima familiar. Para conseguirlo, os
proponemos
estas diez recomendaciones:
1.
Mantengamos nuestras rutinas y hábitos
Es importante mantener las rutinas y hábitos que normalmente teníamos en nuestro día a día. Esto
les proporcionará a nuestros niños y
niñas serenidad y normalidad. Si por la mañana iban al colegio, destinemos esas horas para sus trabajos escolares. De la misma manera respetaremos las horas de descanso y que éstas no cambien demasiado. Es importante también diferenciar los fines de semana con más tiempo de ocio u otro tipo de actividades. Hay que intentar no frustrarse si
no se
cumple al 100 % ¡Esta adaptación puede ser difícil para
todos!
2.
Evitemos el
exceso de información
Los niños y niñas también necesitan saber qué está pasando. Según su edad, podemos darles información, con explicaciones claras según fuentes oficiales del gobierno u otros organismos pero no más que las necesarias. Vamos a transmitir
tranquilidad informándoles que siguiendo las recomendaciones todo
irá bien y dejar que compartan cómo
se sienten.
3.
Observemos cómo juegan
Podemos observar su juego libre, en solitario, o jugar con ellos o ellas dejando que sean quienes lo dirijan. Puede que este tipo de juego nos dé información sobre cómo se sienten. El dibujo también sirve para expresar cómo se sienten y qué cosas les preocupan. Para niños y niñas un poco
más grandes, escribir relatos o cartas sobre la situación, por ejemplo, un diario o un «periódico» contando día a día novedades en la casa, o hacer una obra de teatro, les puede beneficiar. El humor
también es un buen
antídoto para el
estrés.
4.
Creemos espacios donde
puedan expresarse y participen
de las decisiones familiares
Compartir los sentimientos es importante para que se puedan ir acomodando a la situación, superar sus miedos relacionados y eliminar ideas equivocadas. Los niños pequeños a veces lloran o se enfadan porque no son capaces de poner en palabras lo que les está pasando. Nuestro papel como padres y madres es ayudarles a identificar la emoción y llamarla por su nombre. Debemos recordar que expresar emociones no es malo. Acostumbrémonos a preguntar más «¿Qué te pasa? o ¿cómo te sientes?» en lugar de darles soluciones o reprenderles por esos sentimientos. Podemos esperar antes de darles soluciones y permitir que ellas y ellos mismos piensen en posibles soluciones para encontrarse mejor, porque las nuestras pueden no ser las mejores para ellos. Los padres y madres podemos ayudarles a generar sus propias soluciones y motivarles para ello. Pueden escribir un diario sobre ese día: clima, actividades que han realizado, qué han comido y cómo se han sentido. Los mayores también pueden hacerlo con ellos, dar ejemplo y reflexionar
también así sobre
sus
emociones.
El participar en algunas de las decisiones familiares que se tomen durante este periodo les hará tener más seguridad y confianza y podrán asumir con mayor facilidad aquello que hemos pactado.
5.
Los niños y las niñas
pueden sentirse angustiados por el confinamiento
Debido al confinamiento, los niños y niñas tienen mucho menos espacio para moverse. Sin embargo, es necesario que sigan haciéndolo. Puedes cambiar la disposición de los muebles para tener sensación de otros espacios, hacer estiramientos, jugar al vólver con un globo, hacer circuitos por casa utilizando tuppers vacíos, rollos de papel higiénico... Si tienes un balcón o ventana, podéis situaros frente a ella abierta, cerrar los ojos y concentrarse en las sensaciones de temperatura y viento que entran. También puedes buscar ruidos de playa o bosque de internet
y cerrar
los ojos y
viajar
jugando con la imaginación
6. Mantengamos la calma ante cambios en el comportamiento
En una situación como esta, es posible que haya cambios en el comportamiento habitual de vuestros hijos e hijas. No os preocupéis. Es lógico que sientan deseos de volver a una etapa anterior, cuando eran más pequeños donde se sentían más seguro y con menos restricciones. Es
importante transmitirles esa seguridad y cuidado que buscan a la vez que nombrar lo afortunados
que son
de tener
la edad que tienen, ya que eso
les permite hacer más cosas.
También podemos notar cambios de comportamientos en los adolescentes. Es importante res- petar
su necesidad
de intimidad durante algunos
momentos del día y fomentar
encuentros virtuales con sus amigos y amigas. Podemos aprovechar para hablar con ellos de lo que les preocupa del futuro, de la situación actual... También podemos participar en sus propuestas de ocio, jugar con ellos a la play, ver series juntos. Todas estas propuestas se deben consensuar
con
ellos y ellas y que sientan que participan activamente en la toma de decisiones. En cualquier caso, hay que estar atentos para
garantizar su bienestar.
Hay que mantener calma ante los nuevos comportamientos y entenderlo como parte del pro- ceso de adaptación que ellos y
ellas están haciendo frente
a la nueva situación.
7.
La convivencia puede
ser especialmente difícil
tanto con otras personas adultas como
con otros niños
y niñas
Es importante pactar unas normas de convivencia e intentar hablar para solucionar si hay algo que no está funcionando. Sin embargo, no podemos ganar todas las batallas. En muchos casos, tendremos que tener paciencia al igual que otros la deben tener con nosotros. Cuando estamos
muy enfadados, no atendemos a razones y cualquier cosa que se nos diga, puede servir para enfadarnos más. En esos momentos es preferible retirarse (ya sea poniéndonos unos cascos y escuchando algo en el móvil) que seguir discutiendo. Cuando un niño se comporta de esta manera, puedes marcar límites
con una voz clara y firme para ayudarle y también puedes dejar
que
el niño tenga un momento para desahogarse para luego continuar calmándole. Recuerda que responder de manera violenta sólo provoca una escalada de violencia (habrá otra respuesta también violenta que llevará a una respuesta aún más violenta). La violencia nunca resuelve los
problemas y es
lo contrario
a la educación. Sólo
muestra una pérdida de control.
8.
Ser afectuosos con los niños y las niñas en la medida
que lo reclamen y lo toleren
Es clave respetar a los hijos e hijas y evitar expresiones del tipo «pareces un tonto o un bebé
llorando», «como chilles y grites
no te hago caso» «tienes que ser valiente», «los chicos no lloran y podemos utilizar otras expresiones como ¿por qué lloras? o ¿por qué estás gritando? Estas preguntas les ayudarán a reconocer sus emociones y ver cómo suelen reaccionar en los diferentes estados de ánimo. Luego les podemos ayudar a poner en palabras lo que les pasa y a buscar soluciones para
sentirse mejor.
Niños y niñas por igual pueden tener emociones negativas y necesitan que les escuchemos y les transmitamos que
es normal sentirse así.
9.
Vuestro cuidado como
padres y madres
también es
muy importante
Los cuidados que nos dediquemos a nosotros mismos son tan importantes como los cuidados que necesitan nuestros hijos e hijas. No sirve de nada querer mantener la estabilidad emocional de los niños y las niñas cuando los padres y las madres no nos cuidamos. Trata de dedicar un momento del día (aunque sea pequeño) para desconectar: una serie, un libro, una ducha relajante, echarte una crema y darte un masaje...
Involucra a tus hijos e hijas en función de su edad en las tareas domésticas: recoger
sus juguetes, ropa, ayudarte a hacer la comida, poner la mesa... Que ellos sientan que también están cuidan- do
a la familia.
Para esto también necesitamos cuidar lo que comemos. Puede que nos apetezca darnos un atracón de dulces o ultraprocesados, pero esto nos dará más ansiedad después. Una buena alimentación que incluya frutas y verduras, ayudará a nuestro bienestar físico
y mental. Para más información sobre
ellos puede consultar la guía de alimentación.
También es importante mantener relaciones sociales, aunque sea de forma virtual. Puedes contactar con amigos y familiares mediante mensajes, llamadas, videollamadas o compartir videos explicativos sobre vuestro día a día. Los niños también pueden dedicarle algunos momentos en el día, preferiblemente con supervisión
si son muy pequeños, para saber proteger
su privacidad.
10.
Mantén una actitud positiva
Esta situación es
temporal y
no
va a prolongarse infinitamente, aunque se hace muy
largo
cuando lo
estamos viviendo. Adaptarse a la situación es complicado y es normal que pases por días de enfado, tristeza o desesperación. Permítete también sentirte así, desahógate (¡llora si lo necesitas!) y después intenta hacer algo que te guste, escuchar música que disfrutes, cantar y bailar... Agradece las cosas buenas que hay en tu vida y piensa en cómo vas a valorar todo lo que antes
dabas por normal.
En resumen, recuerda que para poder
cuidarnos bien necesitamos:
•
Ver qué
necesitan nuestros niños y niñas.
•
Escucharles y dejar que decidan
y participen.
•
Pensar en positivo y ser optimistas. Dejar
atrás
los pensamientos negativos.
Cuidarnos también nosotros y nosotras para poder cuidar mejor
RECURSOS
A continuación, te detallamos algunos recursos que pueden ser de utilidad para ayudar a vuestros
hijos
e hijas con sus
emociones:
•
Rosa contra el virus.
Cuento para explicar a los niños y niñas el coronavirus
y otros posibles virus. Enlace: https://editorial sentir.com/cuento-gratuito-rosa-contra-el-virus/
•
Escuela de madres
y padres de Save the
Children.
Enlace: https://escuela.savethechildren.es/
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